Noticias
15 de septiembre 2022
Hasta lo que no conoces te puede hacer daño: el caso del glifosato
Un estudio realizado por dos investigadores suecos, que ha sido por muchos medios de comunicación (ver uno aquí) ilustra las lagunas del sistema de aprobación para la introducción al mercado de productos de la industria química (algunos de los cuales ya han sido discutidos por lafaimexpliquee.org (ver aquí y aquí en francés, aquí y aquí in inglés).
En la Unión Europea, la evaluación de pesticidas que se requiere para la obtención o renovación de licencias comerciales se fundamentan, esencialmente, en estudios de toxicidad comisionados y financiados por las industrias que los producen. Estos estudios suponen la evaluación de la eficacia de los productos para controlar a los patógenos o agentes causantes del daño a evitar, así como la identificación de los efectos colaterales en otras especies (principalmente la humana) y el comportamiento y evolución de los componentes químicos liberados en el ambiente.
Es a partir del análisis de esos estudios que la Autoridad europea de seguridad de los alimentos (EFSA) elabora sus recomendaciones y que las autoridades competentes de los países miembros de la Unión Europea toman sus decisiones. La reglamentación oficial requiere que la información presentada en los expedientes remitidos sea «suficiente para evaluar los riesgos previsibles -sean inmediatos o diferidos- que la sustancia activa podría tener sobre los seres humanos, incluyendo a los grupos vulnerables, los animales y el medio ambiente» y que además contendrá «por lo menos, la información de los resultados de los estudios».
Sucede que la seguridad del glifosato -el herbicida más utilizado en el mundo- y de cuatro de sus sales está siendo actualmente reexaminada en Europa, y los investigadores suecos reportan que la documentación presentada por las compañías correspondientes (en particular, Syngenta, según el diario francés Le Monde) es incompleta y que no contiene ningún análisis de la toxicidad y efectos en el desarrollo neuronal humano desde la fase prenatal del glifosato y de sus seis sales, lo que es contrario a la reglamentación europea.
De hecho, resulta que en 2001 se realizó un estudio de este tipo sobre una quinta sal (glifosato-trimesium) no mencionada en la actual solicitud de renovación. Se descubrió que esta sal provoca en crías de rata trastornos del comportamiento y de la función motriz a dosis que no se habían reportado como generadoras de efectos adversos. En contra de la normativa, estos resultados no se comunicaron a las autoridades de los países donde se utilizó esta sal.
Este resultado debería obligar la comisión de análisis complementarios a fin de determinar si los efectos observados se deben al glifosato mismo o bien a la sal (el trimetilsulfonio). Además, el artículo 2 de una directiva de la Comisión Europea, expedida en 2005 (leer) menciona el riesgo toxicológico de esa sal y advierte que por lo tanto, « es necesario fijar también LMR para este catión», recomendación que no parece haber sido aplicada pero sí haber sido olvidada.
La mencionada norma podría ser una consecuencia de la evaluación del glifosato que se realizara en los Estados Unidos en el mismo año (2005) en la que, según señalan los investigadores suecos, se concluye que la mencionada sal es tóxica, si bien a dosis netamente superiores a las consideradas por las autoridades europeas (recordemos los análisis de 2001, cuando los resultados fueron calificados de «efecto secundario» por las autoridades europeas).
Aún más: los investigadores suecos enlistan varias violaciones a las normas europeas debido, en particular, a que no se hicieron disponibles a las autoridades los datos sobre el peligro potencial del producto y a que no fue remitido a EFSA el mencionado estudio de 2001. Además, está la ausencia de un debido análisis en la actual solicitud de renovación de licencia (en contradicción con lo que manda la directiva de 2005, agrega este columnista).
Los investigadores suecos explican tal ausencia con el hecho de que la EFSA no ha sido informada de los resultados de análisis anteriores. Pero es poco probable que la EFSA no esté enterada (aunque así lo diga) de que la Comisión mencionó explícitamente la toxicidad de esta sal del glifosato en la directiva de 2005. Aunque esta sal particular ya no se vende en Europa, según los autores suecos la EFSA debió haber solicitado que los posibles efectos del glifosato en el desarrollo neuronal y sus varias sales fuera un análisis específico a realizar.
Por otra parte, un reporte preliminar publicado por la EFSA en junio de 2022 afirma que tales estudios no son necesarios en la medida que, según la organización «No hay indicios de un potencial neurotóxico» del glifosato. Esta información contradice una revisión de la literatura sobre el tema, realizada por académicos de una universidad española abril de 2022 (aquí el informe en inglés), aunque no aceptada por los científicos financiados por el fabricante del producto. Lo anterior hace sorprendente la afirmación de la EFSA.
Los investigadores suecos concluyen que la reglamentación europea es clara, pero no ha sido respetada porque toda la información disponible sobre el caso que discutimos no ha sido presentada a las autoridades, particularmente a la EFSA (al menos de manera oficial, nota del columnista). De hecho, la entrada en vigor de esta reglamentación reposa en la confianza de las autoridades en que las empresas les brindarán toda la información y los resultados que estén disponibles. Además, supone una buena comunicación entre las distintas autoridades como la fiabilidad de estas. Al parecer, ninguna de estas tres condiciones se está alcanzando en este caso.
El ejemplo del glifosato ilustra que no se puede, en verdad, confiar en la parte industrial porque ellos han recurrido a la retención de información que pueda eventualmente resultar en la negación de sus permisos de comercialización de productos. También muestra disfuncionalidades en las autoridades competentes e incluso una posible connivencia con los industriales.
Recordemos aquí que la generalizada contaminación de Francia con el glifosato se ha demostrado solo recientemente a partir del análisis de 6848 muestras (información aquí en francés y aquí en inglés). Esto demuestra, por si hiciera falta, la urgencia de una evaluación sustentada en estudios exhaustivos y confiables de los efectos de esta sustancia sobre la salud y el ambiente.
Las disfunciones alrededor del glifosato no hacen más que confirmar lo que ya se observó para otros productos (tabaco y PFSA en particular) y que algunos pueden relacionar con el importante papel que juegan en Bruselas algunos lobistas poderosos (ver más aquí in francés y aquí in inglés).
Mientras tanto, uno se pregunta qué espera la Unión Europea para modificar su reglamentación y para decidir que sea una agencia independiente (¿podría tratarse de la EFSA, bajo la vigilancia del Parlamento Europeo y de la sociedad civil?) la que comisione los estudios necesarios para la aprobación comercial de sustancias, mientras que el trabajo es financiado por las empresas productoras.
(Este artículo ha sido traducido de la versión en francés por Byron Ponce-Segura)
_________________
Para conocer más:
• Foucart, S., Glyphosate : des experts indépendants mettent en doute l’intégrité des travaux d’homologation, Le Monde, 2022 (en francés).
• Mie A. et C. Rudén, What you don’t know can still hurt you - underreporting in EU pesticide regulation, Environmental Health, 2022 (en inglés).
• Costas-Ferreira C. Durán R. et L.R.F. Faro, Toxic Effects of Glyphosate on the Nervous System: A Systematic Review, 2022 (en inglés).
Selección de algunos artículos sobre el tema publicados en lafaimexpliquee.org:
• Une nouvelle étude montre la contamination généralisée des Français par le glyphosate, 2022 (y en inglés).
• Profession lobbyiste : accepter de se mobiliser contre l’agriculture durable pour développer les profits des entreprises vous finançant, 2019 (y en inglés).
• Les manipulations de l’industrie sucrière révélées par trois chercheurs californiens, 2017 (y en inglés).
• Alimentation, environnement et santé, 2017 (y en inglés).
Última actualización: septiembre de 2022
Para comentarios y reacciones: lafaimexpl@gmail.com